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FRATERNIDAD TEMPLARIA

CÓMO AFRONTAMOS LA CRISIS LOS TEMPLARIOS

CÓMO AFRONTAMOS LA CRISIS LOS TEMPLARIOS

¿Qué debemos hacer los templarios para superar la Crisis económica?

Los Pobres caballeros de Cristo se enfrentan a esta crisis de manera distinta a como lo hacen nuestros políticos y sus amigos del Poder: la Banca y las Grandes Corporaciones. Mientras que todo este Lobby de Poder encara la crisis salvando su propio trasero, los Fraters piensan, ante todo, en el Pueblo.

El Temple cambió el Sistema ecónomico medieval basado en la riqueza del noble a costa del sudor esclavizado del pobre, del siervo; aproximadamente como ahora, que el Banquero-Empresario hace sudar al ciudadano humilde, al trabajador hasta hacerle sangrar, para enriquecerse cada día más.

El Temple creo Encomiendas en las que las personas trabajaban para ellos y para la Orden, entregando una pequeña cantidad de las ganancias, no de lo producido, de manera que todos recibían algo si había algo que repartir; de esta manera evitando la Usura que es un pecado, los obreros, la gente humilde podía vivir en condiciones humanamente cristianas. Es cierto que los Fraters eran banqueros, pero prestaban a juicio justo, equilibrado de acuerdo al poder económico del deudor, de manera que no prestaban lo mismo a un noble que a un artesano; de esta manera había un mejor reparto de la riqueza.

El Temple afronta la Crisis actual apoyando al más débil, no al Sistema Bancario (como han hecho los políticos, principalmente los españoles) de manera que mientras nuestro gobierno apoya a la Banca para que pueda solucionar sus propios problemas de deuda exterior (al no ahorrar los españoles, los bancos buscaron dinero fuera y ahora tienen que pagar una enorme cantidad de intereses) el Temple apoyaría al débil ahorrándole gastos: el transporte público gratuito, la ITV gratuíta, menos impuestos en los combustibles, comedor escolar subvencionado al 100%, etc. (ZP debe haber pedido a las petroleras que vuelvan a subir los precios, que ya rondan el euro, para meter más dinero del ciudadano en la saca de los banqueros) De esta manera, el ciudadano podría ahorrar un dinero que gastar después y aumentar el consumo...

Es decir, los Pobres Caballeros de Cristo jamás tomarían, como ZP, el dinero de los ciudadanos para aumentar las arcas de los bancos, sobre todo teniendo en cuenta que éstos se han negado a colaborar y no ceden una peseta; sino que repartirían las ayudas entre los más necesitados, evitándoles gastos y permitiéndoles llegar a fin de mes.

Claro que esto lo harían los Hermanos Templarios... Pero, ¿cuántos templarios hay entre nosotros? Podemos cambiar el Sistema. Sólo necesitamos fe.
Non nobis domine, non nobis, sed nomine tua da gloriam

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Si estás en la línea filosófica de los Pobres Caballeros de Cristo. Si estás cansado de este Sistema social caduco, corrupto y cínico, si deseas encontrarte con otros much@s nuevos templarios, únete al Grupo Templarios del Siglo XXI.

Es gratis y juntos podemos.

Non nobis domine, non nobis, sed nomine tua da gloriam

¿PODEMOS VIVIR HOY EN UNA SOCIEDAD TEMPLARIA?

¿PODEMOS VIVIR HOY EN UNA SOCIEDAD TEMPLARIA?

Para muchos la pregunta que formulo puede resultar tan arcaica como sin valor real, porque no es sencillo imaginarse, en pleno Siglo XXI, una sociedad templaria, vivenciada desde el paradigma de los Pobres Caballeros de Cristo.

Pero creo, sinceramente, que en los tiempos que vivimos, con una Sociedad moribunda, con un Sistema económico (basado en el Temple, pero prostituido por el Poder egoísta, corrupto y orgulloso) que se ha muerto por ineficaz e injusto, la Moral y Ética templaria serían la solución, porque aúna la posibilidad de crecimiento y riqueza económica (que no bancaria) con la Humildad de la que eran (somos) paradigma los templarios.

En ninguna otra forma social conocida se ha dado de la misma manera la interrelación entre una Orden rica y poderosa, banqueros, constructores, empresarios, dueños de tierras y haciendas, policías y soldados... Con un carácter humilde en lo personal. Nada para uno, todo para la Orden y para la Sociedad a la que se servía. Mejor expresado, cada frater recibía aquello que necesitaba, mientras que las ganarías se repartían y administraban para que la Orden, sus miembros y siervos, la sociedad a la que humildemente servían, incluso para sus enemigos, pudieran crecer.

Esto es, precisamente, lo contrario a lo que ahora vivimos con la Partidocracia. Los Políticos profesionales son los antiguos nobles, y los ciudadanos, lejos de ostentar el poder, somos sus lacayos, sus siervos, sus esclavos. Los políticos profesionales se han aliado con el Poder Satánico del Dinero Fácil: Banca, Corporaciones, Lobbys económicos, etc. para someter al ciudadano; eso sí, nos insultan constantemente ofreciéndonos la democracia mientras impera la partidocracia; nos insultan arruinándonos mientras ellos se enriquecen, nos flagelan con sus palabras y actos corruptos, mientras nos condenan al ostracismo más demoníaco.

Se ha creado en torno a una nueva deidad: el Dinero, todo un sistema de valores (antivalores) donde lo humano no sirve, donde el Derecho Universal o Derecho Divino se ha enterrado, donde sólo hay una máxima: enriquecerse a costa de los demás. Los países ricos a costa de los pobres; los banqueros y políticos a costa de los ciudadanos; el empresario a costa de sus trabajadores. Todo se ha caído, todo se ha muerto.

El Político se ha corrompido absolutamente, porque su función y trabajo no es la auténtica: no sirve, se deja servir; y además se ha hermanado con el Capital a quien sirve porque se sirve de Él, recibiendo sus prebendas en distintas formas; es decir, el político depende del Capital en cuanto a dinero, y el Capital depende del Político en cuanto a contratos y dádivas.

El Capitalista se ha corrompido por el pecado de la Avaricia (una extensión del pecado del Orgullo) y todo sirve para llenar sus arcas, a costa de todos y todo; ya no hay ganancias empresariales/bancarias sino Usura (otro pecado muy gordo)

Los Sindicatos se han corrompido porque se han transformado en empresas privadas que recogen con usura el dinero de los ciudadanos para poder vivir ostentósamente los líderes sindicales y la legión de obreros liberalizados que no hacen otra cosa que vivir del sindicato olvidándose de sus compañeros a los que sirven.

Es decir, todos a los que presuntuosamente llaman Interlocutores Sociales: políticos-partidistas, sindicatos, empresarios-banqueros se han corrompido hasta el vómito, de manera que la Sociedad, que sólo se mueve por el dinero, está parada, muerta.

Los políticos-profesionales-partidistas intentan buscar la solución. ¡Necios! porque intentan curar la infección con las manos sucias e infectadas del mismo virus que ha hecho enfermar al Sistema. Ellos no son los médicos, porque son la propia infección, el cáncer que ha creado esta enfermedad. ¿Cómo pueden ellos sanarnos?

La prueba es que ante este panorama desalentador a priori, pero de cambio y mejora en el fondo, los políticos han corrido a ayudar a los banqueros y empresarios, con la actitud mezquinamente silenciosa de los Sindicatos, dejando abandonados a su suerte a los ciudadanos. Los Partidos Políticos deben mucho dinero a la banca. La Banca está detrás de la Gran Empresa. Luego unos y otros se ayudan para salir a flote a costa del dinero de los ciudadanos. ¡Esa es la solución de nuestros gobernantes!.

¿Qué harían los hermanos templarios?

Primero, la Orden se basaba en la humildad. Desde este prisma, ejercían de banqueros de todo el mundo, desde los reyes a los obreros. Pero no buscaban la riqueza, la usura, como los Bancos actuales sino que se conformaban con una pequeña ganaría, suficiente para poder vivir y crecer, pero sin aplastar económicamente a sus clientes. Eran empresarios que tenían Encomiendas con tierras, ganados, industrias, pero permitían a todos los concurrentes vivir con humildad pero con todo lo necesario, cobrándoles un diezmo, si es que había beneficios, y cuidando de la propia hacienda. Así, de esta manera, los obreros y agricultores crecían, la Encomienda crecía y la Orden crecía. Al tener a la usura como un pecado (y recordemos que eran tan guerreros como monjes) no permitían la corrupción, de ningún tipo. Cuando necesitaban a alguien, maestro, artesano, médico, agricultor, le contrataban por lo justo (siempre con lahumildad como estandarte) pero no se permitían ser comprados ni comprar a nadie. La justicia social como método de convivencia.

Los fraters respetaban al otro, como igual. No se permitían ningún tipo de lucha de clases o de batalla política; independientemente de su labor como Ejército de Cristo. Por eso, no se podía dar un Parlamento como los actuales, donde no hay sino actitudes cainitas, cinismo, hipocresía, falta de amor y respeto... Ellos, en sus capítulos, aceptaban sus errores y pagaban por ellos la cuota que les quería imponer el propio Capítulo. Por eso no había maldad; aunque si errores, pero éstos eran subsanados en su justa medida.

Un Mundo bajo la órbita templaria sería más justo, ecuménico, humilde, humano y sensible a la realidad. Donde los sátrapas de hoy, los que nos empobrecen con sus miserias morales, serían castigados con el mayor de los desprecios: el exilio y la falta de aprecio.

Aprendamos de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón.

Non nobis domine, non nobis, sed nomine tua da gloriam 

La crisis, los bancos y los templarios

La crisis, los bancos y los templarios

La crisis actual, debida principalmente a la banca, internacional y nacional, por su desbordada ambición usurera, me hace pensar en nuestros hermanos templarios, cuando se convirtieron en la Banca Mundial de Occidente, allí en el Medievo.

La Orden no inventó el sistema económico bancario, es verdad, pero lo modificó de manera que desde el Humanismo Cristiano que ellos propugnaban y defendían, se pudieran beneficiar todos, incluyendo a la propia Orden templaria. Para ello, actuaban como bancos, prestando el dinero necesario a los reyes y príncipes, nobles, empresarios e incluso al Pueblo y órdenes religiosas, pero desde una perspectiva cristiana, evitando la usura, evitando el enriquecimiento egoísta, evitando que con sus ganarías los demás se arruinarán.

Para ellos, la Banca no era el gran negocio, más aún, lo tomaban como un servicio más a la sociedad, un servicio necesario, por ejemplo inventando el pagaré o carta de pago de manera que un empresario podía recorrer los caminos de la vieja Europa, infestados de ladrones y maleantes (y de nobles sin escrúpulos morales) sin cargar ni una moneda de plata, porque en cualquier encomienda templaria podían recoger sus ahorros, evitando el peligro de robo o muerte.

Hoy esto no es posible porque los banqueros no sólo tienen el dinero, sino el poder de las grandes empresas, de los sectores estratégicos, de los políticos con los que juegan como si fuera el Monopoli; sin que atisbe ni un pequeño resquicio de humanidad, de servicio a la sociedad; de amor a los demás.

Dinero y Poder, el lenguaje de la sociedad actual, del político (que es como el noble medieval) y del banquero. Frente a esta vergonzosa actitud tenemos el espíritu templario de nuestros hermanos, que aún se mantiene en algunos, en minúsculas Encomiendas personales que, con la Energía de los Pobres Caballeros de Cristo, intenta cambiar el mundo para hacerlo un poco mejor.

Non nobis domine, non nobis, sed nomine tua da gloriam 

QUIENES SOMOS

QUIENES SOMOS

Templarios. Puede parecer un tanto pecaminoso en cuanto a orgullo, pero resulta que el Ideal Templario es mucho más que la propia orden ideada por san Bernardo y creada por una serie de caballeros francos que querían, realmente, dar un paso más en la historia del Cristianismo. Es mucho más ya que inmerso en el Plan Templario tenemos una nueva forma de entender la Fe, una manera diferente de entender y vivir la Iglesia de Cristo, un camino diferente para acercarse a la Luz, al Creador; siempre a través de Cristo.

Templarios porque hemos adoptado la idea de los Pobres Caballeros de Cristo. Templarios porque creemos entender su filosofía, tanto eclesial como guerrera, como humanista, como ecuménica, como social; una moral, una forma de entender la vida en este plano físico (puente y camino al Plano astral o celeste) distinta a la de su época y, curiosamente, también diferente a la que ahora vivimos ya seamos creyentes en Cristo o no.

Templarios porque los valientes caballeros nos mostraron, tras aprenderlo y vivenciarlo, el Camino Auténtico de la Fe; dentro de la Iglesia pero sin necesidad de comulgar con todas sus normas, doctrina y magisterio. Un camino que nos muestra las enseñanzas no sólo del apostolado oficial, sino aquello que nos legaron personas tan importantes como san Juan el Bautista, Santiago, María Magdalena y, por supuesto, todos los Maestres, auténticos Maestros-Inciados que a lo largo de la corta (¿corta?) vida de la Orden, demostraron que Otro Cristianismo es posible; sin salirse de Roma.

Templarios porque queremos mostrar al mundo una forma de entender la vida, la sociedad dentro del Humanismo Cristiano, una moral auténticamente humana, a través del único mandamiento del Maestro de Galilea: el Amor...

Si crees que un mundo distinto es posible, mejor... Siguenos. Te aseguramos que merecerá la pena.

Non nobis domine, non nobis, sed nomine tua da gloriam